Infidelidad y su daño moral
Hace unos días una publicación por una plataforma social sobre el engaño que vivió un padre de familia, él tenía 2 hijos registrados de 32 y 30 años, estando casado desde hace más de 50 años con la misma mujer, sin que existiera alguna separación entre ambos.
Llego el día que se tuvieron que hacer una prueba para apoyar a un familiar, pero nunca se imaginó que los resultados serian extraños y contrario a lo que él esperaba, nadie era compatibles con el familiar, y ¿mis hijos tampoco los son? Le pregunto al médico.


Le informo que ellos no tienen el mismo ADN.
No lo podía creer, con gran incertidumbre le tuvo que preguntar, su esposa y compañera de más de cinco décadas, le confirmo lo que era cierto, que durante un tiempo estuvo viendo a un conocido y habían tenido relaciones íntimas, y que ella estaba segura de que no eran de su esposo, sino de su viejo amante, pero por el miedo a conocer la verdad, nunca les había hecho un examen a sus hijos.
Este “padre de familia” que siempre estuvo cuidando a los que consideraba como sus hijos, estaba sufriendo emocionalmente, lloraba a cada momento, tenía ganas de correr, de salir huyendo, sentía que su orgullo masculino estaba pisoteado, estaba por los suelos, no quería ver a sus vecinos, pensaban que todos los sabían y él era el único que no desconocía, lo clásico, el interesado es el último en conocer el hecho o el engaño.
No le quedo otra opción que pedir a su esposa que el divorcio, ella solo bajaba la cabeza y en ocasiones ni quería verlo, solo los “hijos” le veían de reojo, con un menosprecio por el que consideraban hasta ese día su padre, a pesar de que siempre los había cuidado y visto como parte de su familia, y que ellos por extrañas razones nunca fueron compatibles con él, ellos también ya habían formado su familia con su esposa cada uno. Pero nunca había existido esa unión familiar entre padre e hijos.

Los abogados de ambas partes estaban de mutuo acuerdo en llegar a la disolución de este convenio matrimonial, sin embargo, por parte del esposo estaba requiriendo la indemnización por el daño moral, que durante más de 32 años fue engañado y no lo podía dejar así, los vecinos, amigos, colaboradores de trabajo y familia se habían enterado de tal resultado y de la confirmación de su “esposa”
¿Hay daño moral por este engaño extramatrimonial?
Claro que sí, desde el momento que su esposa tiene un encuentro sexual con otro hombre por fuera del matrimonio y como resultado es la procreación de un hijo, esto fue desde hace 32 años.

¿Entonces al tener un segundo hijo por fuera del matrimonio, se fortalece el engaño?
No es cuestión de fortalecer el engaño, puesto que se realizó 2 años anteriores, y si fue con el mismo hombre u otro hombre, ella comenzó desde que 9 meses antes del primer hijo, obviamente las repercusiones se incrementan y son más severas, no se puede decir:
¡no sabía lo estaba haciendo!
¡no imagine que me iba a pasar!
¡fue una canita al aire!
¡fue un desliz!
¡NO!
¿Entonces qué, se puede indemnizar a este hombre?
Recordemos que la indemnización por la Reparación Integral del Daño es por daños patrimoniales y daños extrapatrimoniales
Patrimoniales
– Daño emergente
– Lucro cesante
– Gastos y costas
– Daños al patrimonio familiar (si es que aplica)
Extrapatrimoniales
– Daño moral y/o psicoemocionales
– Proyecto de vida

Analizando de forma rápida y somera, en el rubro de los daños patrimoniales es aplicable:
Lucro cesante:
Que las pérdidas de los ingresos y lo que el dejo de ahorrar (por 32 años) por pagar la manutención, educación, salud, viajes, fiestas que pago, etc., de los supuestos hijos suyos;
Gastos y costas:
Son los gastos de los asesores jurídicos y dictámenes por los especialistas, los daños a los bienes familiares serían los coches o las viviendas que él les dejo para que ocuparan y los que en su momento les proporciono para que se apoyaran viviendo en ellas.

Por el daño extrapatrimonial, se debe remunerar:
Daño moral y/o psicoemocionales:

Que van desde la pérdida de orgullo masculino (engaño de su esposa), pérdida de confianza con la sociedad, llanto, coraje a la familia – núcleo familiar, coraje a una mujer (esposa), alcoholismo, etc., pero estas afectaciones nos la proporcionan el dictamen pericial de psicología y e indicar su gravedad de estas afectaciones, recordemos que no hay límites en la cantidad de terapias, a pesar que esto sucedió hace más de tres décadas, él se acaba de enterar y de qué forma, y la ley dice que es a partir de la fecha que se da a conocer el hecho ilícito.


